Un motor de combustión interna o motor de explosión es un tipo de máquina que obtiene energía mecánica directamente de la energía química de un combustible que arde dentro de la cámara de combustión.
El nombre se debe a que dicha combustión se produce dentro de la propia máquina, a diferencia de, por ejemplo, la máquina de vapor.
El motor diésel es un motor térmico de combustión interna alternativa cuyo principio de funcionamiento es la autoignición del combustible debido a altas temperaturas derivadas de la alta relación de compresión que posee, según el principio del ciclo diésel.
Puede utilizar como combustible el gasóleo o aceites pesados derivados del petróleo, como también aceites vegetales como el aceite de girasol (de hecho el primer combustible utilizado en este motor fue el aceite de cacahuete).
Un motor de explosión es un tipo de motor de combustión interna que utiliza la explosión de un combustible, encendido de manera provocada mediante una chispa, para expandir un gas que empuja un pistón, el cual está sujeto al cigüeñal por una biela, esta hace las veces de manivela y transforma el movimiento lineal del pistón en rotativo en el cigüeñal.
El ciclo termodinámico utilizado es conocido como ciclo Otto.